Por qué aplicar el Simapro (2da Parte): qué es el Sistema de Medición y Avance de la Productividad

Nacido en Estados Unidos, lleva casi treinta años de aplicación en distintos países del mundo. Nunca se había empleado en el sector frutícola y jamás en un país del Cono Sur. Por ello, la experiencia de Chile es pionera.

Por Berta Rojas, directora Interfases Capacitación.

Simapro es una herramienta de gestión. Nace en los años 80 en Estados Unidos, pero era más bien motivacional, netamente cualitativa. En el año 1995 es introducida a México por estudiantes que van a hacer una tesis de doctorado de una universidad holandesa, en convenio con la OIT México. Así, se le van poniendo objetivos, indicadores y se van sacando puntos de efectividad para poder ver qué tan productivo somos y de qué forma podemos ir mejorando aquellos indicadores que son más básicos. Nosotros elegimos el sector más complicado que podía existir: no hay ninguna experiencia en el mundo que se haya aplicado en el sector frutícola.

En las empresas tenemos muchos indicadores pero no los gestionamos. Por lo tanto, ofrecen una oportunidad de medir. ¿Qué queremos mejorar en la productividad? Eso es lo que involucra el Sistema de Medición y Avance de la Productividad: ir focalizando cuáles son efectivamente aquellos indicadores que nos interesa medir y mejorar.

¿Qué es Simapro? Es un sistema de aprendizaje permanente. No basta con medir un día. Tiene que hacerse en forma continua. Es integral porque puede considerar distintas áreas de trabajo en una empresa. Es flexible porque lo vamos modificando de acuerdo al contexto, a la realidad y a los recursos de cada empresa. Esto no es un producto que se toma y se aplica. Hay que hacer la adaptación a la realidad de cada compañía. Y es inteligente, porque aquí se incorporan todos los estamentos de la empresa: nivel gerencial, mandos medios, trabajadores. Porque de nada nos sirve que se aborde la situación con los trabajadores si la gerencia no está comprometida. Y viceversa. Su propósito es mejorar la eficiencia, la tranquilidad y las condiciones de trabajo de las organizaciones.

Es una metodología efectiva de aprendizaje, porque le hace sentido a los trabajadores. Aquí las competencias desarrolladas les sirven también para su vida personal. Por lo tanto, cuando le encuentran sentido a esta capacitación, les genera una mayor adición también al proceso de aprendizaje. Por ello, es un formato amigable, muy sencillo y con actividades de aprendizaje.