El Otec estará encargado de levantar el perfil ocupacional de cuatro áreas en estudio: productor agrícola familiar en hortalizas, cultivos tradicionales, bovinos y berries. De esta manera, en el futuro estos perfiles servirán de insumos para posteriores procesos de evaluación, certificación de competencias y acciones de capacitación laboral para las 800.000 personas y 260.000 unidades productivas que abarca este sector agrícola, que involucra terrenos de trabajo que van desde los mil metros a las dos hectáreas de riego.
"Vamos a crear con un perfil a partir del cual se podrá capacitar en forma estándar. Creemos que va a ser una buena experiencia. Estamos dando una herramienta diferente para crear una línea base mínima que no existe", dice Orlando Contreras, segundo vicepresidente de Mucech, una alianza política y social de organizaciones del mundo rural. Contreras confiesa que habrá que tomar varias determinaciones en cuanto a zonas geográficas, grupos de agricultores y tipos de productos. "No es lo mismo crear un perfil para una gran empresa que para una agricultura familiar. Al principio, no podemos abarcarlo todo. La pequeña agricultura está muy diseminada. Vamos a tener que ir conversando, buscando localidades, agricultores que sean representativos. Estamos construyendo un sistema que no estaba construido", sostiene y agrega que, en este sentido, la experiencia de Interfases en el sector frutícola será fundamental.
Con el proyecto se pretende beneficiar a unas 270 mil familias. Para ello, sin embargo, habrá que formar un organismo técnico sectorial para consensuar los perfiles con los otros actores del sector, como Indap, la SNA, Hortach y Fedefruta. El periodo de ejecución del proyecto será de cinco meses.
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