28/3/10

“El Simapro está en la línea del Trabajo Decente”

Guillermo Miranda, director de la Oficina Subregional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el Cono Sur de América Latina, expresa que esta metodología fomenta el trabajo como un espacio de crecimiento y desarrollo para las personas.

"Esta metodología promueve valorar el trabajo más allá de ser una actividad o medio que permite a las personas obtener los recursos para subsistir", comenta Miranda. A lo que agrega que "plantea el trabajo como un espacio y medio de desarrollo personal, de crecimiento como seres humanos. También da gran importancia a la comunicación entre los trabajadores de una empresa para interactuar y reflexionar acerca de sus labores diarias, las cuales pueden mejorar sobre la base de objetivos e indicadores acordados internamente".

Sostiene, a su vez, que esta metodología está posibilitando y volviendo a validar el diálogo entre los diferentes estamentos o niveles dentro de una empresa, como herramienta para mejorar y valorizar el trabajo y el producto del trabajo. "El que se promueva la comunicación y los espacios de comunicación entre la gerencia de una empresa, mandos medios y operarios, permite que todos se involucren en una acción de mejorar del proceso productivo y las condiciones de trabajo, aprovechando así el capital humano que la propia empresa posee".

Sin embargo, el director de la oficina Subrerional de la OIT para el Cono Sur, advierte: su implementación depende de la voluntad que muestren los empresarios, plantas gerenciales y operarios de una empresa. "Sin esa voluntad, esta metodología se ve disminuida". Para que una empresa implemente el Simapro con éxito se precisa de voluntad. "Se debe comprender que hoy no basta con que el producto final sea en sí mismo de calidad o cumpla con determinados estándares de calidad, sino que toda la cadena de su producción debe ser también de calidad. Es decir, que haya valoración del trabajo de todas las personas que intervienen en el proceso productivo, que se les dote de adecuados implementos de seguridad y de higiene, por ejemplo. Hoy, los consumidores ya no sólo se preocupan del producto que compran, también de las condiciones en que fue elaborado", comenta.

Agrega que la empresa que quiera implementar Simapro, debe ver más allá de sólo aumentar su productividad a corto plazo; debe estar dispuesta a generar y participar de un diálogo entre todos los estamentos para fijar objetivos e indicadores comunes. "Eso cambia la manera de ver y de relacionarse en el trabajo. Los empleados de los distintos niveles y responsabilidades pasan a ser agentes de análisis, reflexión y proposición de lo que hacen todos los días para buscar mejoras que permitan aumentar la calidad de lo que se produce y su desarrollo como personas y trabajadores".

Las expectativas de la OIT sobre la implementación del Simapro en Chile son auspiciosas. "Está en la línea del Trabajo Decente que promueve nuestro organismo en el mundo y que consiste en que los trabajadores (sin importar su cargo dentro de una empresa) puedan desarrollar sus labores en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. También, que se combata el trabajo infantil y la discriminación de la mujer y que exista una adecuada red de protección previsional, sueldos dignos y respeto a los derechos que las leyes otorgan a los trabajadores", dice Guillermo Miranda. Para el éxito de esta iniciativa, es necesario que se difunda en el país, que más empresas y actores del mundo laboral la conozcan. "Es importante que la difusión la realicen los mismos trabajadores y las empresas y agrupaciones de empresas que hoy están implementándolo. Son ellos los llamados a dar cuenta sus beneficios al trabajo en un mundo globalizado y exigente".

El llamado, entonces, es a conocer esta metodología que posee herramientas y entrega grandes posibilidades no sólo de aumentar la productividad de la empresa, sino también la calidad de los productos y el ambiente de trabajo.

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