Es uno de los principales impulsores del Simapro en América Latina. El consultor de la OIT y asesor Simapro destaca los logros del Sistema de Medición y Avance de la Productividad en Chile. "Llama la atención la rapidez con que en Chile se ha aplicado y consolidado el Simapro".
El Simapro lleva tres años de aplicación en el sector frutícola chileno desde las primeras experiencias piloto. Y el éxito del camino recorrido es avalado por Leonard Mertens, asesor Simapro y principal promotor de esta metodología de trabajo. "Se trata de un sector que sabíamos, de antemano, que no era fácil debido a que tiene mucha rotación de trabajadores, que permanecen en las instalaciones temporadas cortas", afirma. Pero gracias a un marco institucional adecuado que permite beneficios por ley para capacitar, y a la labor del Otic Agrocap y del Otec Interfases, se ha logrado. "Realmente han hecho un trabajo disciplinado, pues, en vez de comenzar a abarcar muchos sectores productivos al mismo tiempo, han comenzado por un modo de dominar bien la metodología. Ello se ha traducido en un proceso ordenado, con cimientos sólidos, que permite hacer buenas proyecciones", explica Mertens.
Para lograr los buenos resultados ha habido algunos factores claves. El énfasis en la elaboración y aplicación de las GAEC y el desarrollo de competencias laborales previo a la aplicación del Simapro, han sido dos de ellos. Otra diferencia, aclara, ha sido el seguimiento concreto de las empresas beneficiarias por parte del OTEC. "En otros países no se tiene la fuerza del OTEC para motivar y darle seguimiento al proceso que debe permitir que la empresa llegue al punto de aplicación del Simapro".
Gracias a esta forma de operar, en Chile se deja trabajar "libremente" a las empresas, pero con asesoría y monitoreo a distancia. Así se logra un seguimiento flexible que permite estar en el momento adecuado para resolver el problema, pero al mismo tiempo tomar cierta distancia. "El triángulo de actores en la implementación del Simapro ha marcado otra diferencia: Interfases, Agrocap y las propias empresas participantes", agrega Mertens.
Para el consultor de la OIT, una experiencia como la chilena es importante de compartir en una red. "La importancia de la red es el aprender con otros. Hoy, la complejidad del contexto difícilmente permite que una persona u organización por sí sola halle la solución, tanto tecnológica como receptiva, del conocimiento. En ese caso, es lo que buscamos en una red donde compartir aprendizajes, desempeños y mejores prácticas. No es fácil encontrar el modo y la manera más adecuada para hacer las cosas y la red permite ir construyendo en conjunto este conocimiento", comenta. Por ello, en abril de 2009 nació la Red Simapro Chile.
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