"En toda la instalación del Simapro en Chile hemos ido paso a paso. La secuencia ha sido, primero, el desarrollo de una GAEC y, posteriormente, la implementación en la organización de herramientas de medición de la productividad basado en efectividad y retroalimentación. Efectividad no es otra cosa que alcanzar los objetivos establecidos entre las partes, en este caso, entre los trabajadores, mandos medios y la gerencia que conjuntamente establecen los objetivos y, en función de ellos, hacen una medición. Entonces, el tercer módulo se trata de empezar a medir qué tanto lo aprendido por parte de las GAECs más las cápsulas que se van a hacer en la retroalimentación, me están aportando a mejorar los objetivos que estoy trazando tanto desde la perspectiva de la productividad del proceso como de las cuestiones sociales en la organización", explicó el ejecutivo.
¿Usted ha estado al tanto cómo ha sido el proceso de transferencia del Simapro en Chile?
Es la primera experiencia en América Latina en que se está capacitando con Simapro en forma tan masiva. Ha sido para nosotros un caso de mucha observación. Lo que vamos a aprender en lo que aquí se está haciendo va a ser un salto cualitativo en la aplicación del Simapro en la región, porque estamos logrando la extensión del Simapro a un grupo mucho mayor de empresas que hasta la fecha hemos tenido. Eso implica también una estandarización de la metodología, establecer las pautas mínimas sobre las cuales se puede implementar Simapro hacia la organización.
¿Qué se ha podido aprender en este proceso?
Lo positivo es que se ha podido establecer un programa con marcas muy claras de tiempos, en cuanto a poder acercar de manera flexible, pero al mismo tiempo controlada, la aplicación a través de una herramienta de e-learning. Ésta permite también al propio consultor que está aprendiendo, determinar sus propios tiempos, hacer las preguntas precisas tanto a los facilitadores como a la comunidad. Esto, además, está basado en la experiencia. No sólo es una transferencia basada en la teoría, sino en casos concretos de aplicación.
¿Qué dificultades ha habido?
Siempre hay dificultades en los aprendizajes. Pero, al final, las dificultades han sido mucho menores a las bondades que hasta ahora ha significado la transferencia tal como yo lo he estado viendo desde fuera. Eso no significa que, de repente, hay consultores que requieren un tiempo mayor, un acercamiento incluso más directo que implicaría pensar en algunas actividades más presenciales de corta duración con ciertos subgrupos dentro del universo que así lo precisan. Ello no significa que necesariamente el proceso tiene que ser para todos más presencial, pero habrá probablemente necesidad de un acompañamiento más personalizado en algunos consultores que están un poco más alejados de la herramienta y se sienten quizás un poco agobiados por toda la información que en poco tiempo se está suministrando. Para personas que han estado no tan cercanos a la metodología, podría significar una exigencia demasiado grande para la que tenemos que empezar a encontrar métodos de dosificación.
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