Raúl Espina, jefe de producción de Empresas Larraín (Servifrío), lleva 16 años trabajando en packing, de los cuales le ha destinado 10 a esta compañía. "En todo este tiempo, el Simapro es lo mejor que me ha tocado vivir", afirma. Su implementación no sólo ha permitido optimizar la producción, sino también mejorar las relaciones dentro del equipo de trabajo.
"Todos los grupos que se han capacitado en Simapro se pusieron tareas y compromisos como, por ejemplo, saludarse entre ellos. Había un montón de gente que trabajaba junta hacía diez meses y no sabían como se llamaban", dice. Ahora todos se saludan por el nombre.
En la empresa trabajan cerca de 300 personas, lo que dificulta mejorar las relaciones. "Pero Simapro lo hace", afirma Espina. Por ejemplo, la misma gente ha adornado los baños con flores, sólo para hacer el ambiente más agradable. "Con ello los dueños de la empresa se dieron cuenta el tipo de personas que tenían", concluye Espina.
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