Desde 2007, cuando debutó el Simapro en Chile, se han capacitado con este sistema más de 1.600 trabajadores a través de becas sociales o de franquicia tributaria. "Es la herramienta que nos da respuestas", afirma el gerente de la OTIC Agrocap, de Asoex.
Las cifras son elocuentes. Desde 2007 la aplicación del Simapro o de las Guías de Autoformación y Evaluación por Competencias (GAEC) han permitido la capacitación de 1.639 trabajadores de empresas frutícolas, a través de becas sociales o de franquicia tributaria Sence. "Ésta es la herramienta que nos da respuestas. Lo hemos podido demostrar científicamente. En efecto, se aumenta la productividad, mejoran los costos, disminuyen los accidentes, disminuye la calidad. Todos ganan", explica Rodrigo López, gerente de la OTIC Agrocap y uno de los impulsores de esta metología en Chile.
La demanda por Simapro ha ido aumentando con los años. Mientras en 2007 se hicieron cursos con becas sociales sólo a dos empresas, capacitando a 150 trabajadores, en 2008 se abarcaron cuatro compañías y se efectuaron 355 capacitaciones adicionales. En 2009 la aplicación de GAEC y Simapro se disparó a 13 empresas. Se impartieron 19 cursos a 380 beneficiarios en programas sociales a cargo de los OTEC Interfases (16) y Proeduca (3), abordando labores como manejo en verde en uva de mesa, manejo de frutales, cosecha de uva de mesa, packing de uva de mesa y packing de manzanas. Se aplicaron GAEC en las comunas de Tierra Amarilla y Copiapó (Región de Atacama), Monte Patria (Región de Coquimbo) y en Requinoa, Coltauco, Las Cabras, El Olivar, Curicó y Molina, en las regiones Sexta y Séptima. A su vez, por medio de franquicia tributaria se aplicaron GAEC a 408 trabajadores de 4 empresas en 10 instalaciones diferentes para labores de packing de uva de mesa, packing de carozos, packing de peras, manejo de frutales y mano de obra en huerto.
"La diferencia de la metodología del Simapro es que, como tiene en sus componente las Guías de Autoformación, nosotros adaptamos la guía a la realidad de la empresa. Cada una de esas instalaciones, a pesar de que pueda tratar el mismo tema, tiene una guía distinta. Se hace una validación de los requerimientos de las competencias que se requieren específicamente para esa instalación y sobre eso se construye la GAEC. Por eso es que el resultado ha sido muy positivo en términos de mejoramiento de productividad", señala Rodrigo López.
Por ejemplo, comenta el gerente de Agrocap, en algunas empresas los trabajadores que han sido capacitados con Simapro han obtenido ganancias entre 6,8 % y 38% más que aquellos de un mismo establecimiento que no han sido sometidos a esta metodología. Por otra parte, gracias a que las guías hacen hincapié en el autocuidado de los trabajadores, la tasa de accidentabilidad de plantas con Simapro ha bajado entre 35% y 40%. "Les hace ver a los trabajadores la importancia, el impacto que tiene en su familia si ellos sufren un accidente, que va más allá de ausentarse y no ir a trabajar ese día. Sino de que no tienen ingresos y que, por lo tanto, se desvirtúa la cadena que hay para atrás", dice López.
Sin embargo, todavía falta mucho por hacer. Lo primero es que las compañías se comprometan efectivamente con todas las fases del proceso Simapro. "Frente a la urgencia que enfrentan las empresas productoras en temporada, deben tomar conciencia de que esto es muy importante y que va más allá de lo inmediato...Básicamente, el problema que hay que ver es cómo mejorar la infraestructura que requiere el Simapro, no en términos de elementos materiales sino de las personas que tienen que hacerse cargo del proyecto", explica Rodrigo López. Junto con ello, en muchas ocasiones cuesta que las empresas se enfoquen en aquellas cosas que el trabajador efectivamente puede mejorar, en vez de centrarse en contingencias como lluvias u otros inconvenientes externos.
Hoy en día la aplicación del Simapro en Chile está en su máximo. Sólo Interfases -en mayor término- y Proeduca -en segundo lugar- están trabajando en su aplicación. "No hay más gente preparada para implementar el modelo. Es muy grave que lo tome cualquiera y que después no lo haga bien y se desvirtúe", apunta López. Por eso reconoce la necesidad de formar más gente. Con este fin, Agrocap presentó un proyecto a la Corfo que espera su próxima aprobación.
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